Erase una vez un joven soñador… John Sarmiento

 

¿En serio les voy a contar una historia? Pero acaso, ¿este blog no es de marketing digital y cosas así? Sí, así es. Sin embargo hoy les compartiré partes de mi vida personal, que han logrado marcarme como ser humano y que han tenido gran trascendencia en lo que soy y en lo que estoy trabajando a diario (luchar por mis sueños e ideales). Sabes, a las personas les encanta escuchar historias, y más si tienen un toque inspirador que llegue a tocar la fibra y los corazones de quienes leen o escuchan. Detrás de cada persona hay una historia, hay un sufrimiento, hay una responsabilidad, hay una razón, hay un propósito, hay un POR QUÉ y un gran motor para levantarnos día a día para luchar por lo que queremos y anhelamos.

Es por ello que quiero compartirte mi historia, no para exaltarme o para hacerme ver “grande”, NO. Lo hago porque quiero hacer entender a todos mis lectores, que ir tras nuestros sueños, requiere de un gran compromiso consigo mismo y con cada uno de esos sueños. Hay muchos que viven infelices durante toda su vida, porque nunca tuvieron el coraje para salir a vencer sus miedos y lograr saborear los frutos dulces de sus esfuerzos y sacrificios en pro de ellos.

Así como un atleta olímpico llora por esa tan anhelada y difícil medalla de oro, así de GRANDE es la satisfacción y felicidad cuando logres vencer a tu principal enemigo: ¡TÚ MISMO!

Aquí les va mi historia:

Nací el 9 de Junio de 1985 en una hermosa ciudad de Colombia llamada Barranquilla. Durante mi niñez, tuve una infancia tranquila y muy normal, con unos padres muy responsables en mi formación. En la etapa del colegio empecé a identificar y a conocer parte de mis talentos: puntualidad, responsabilidad, competitivo y muy estudioso. Para muchos la etapa del colegio es la mejor durante la vida acádemica, porque es allí donde la gran mayoría logra formar amistades para toda la vida, sin embargo para mí, fue una etapa muy dura y compleja. Aproximadamente a los 15, empecé a tener serios problemas de acné en mi rostro, lo cual, me hacía mucho más tímido e introvertido de lo que era. Me daba pavor acercarme a una niña, porque no tenía la personalidad ni la determinación para hacerlo, por temor a que se burlará de mí o que simplemente me ignorara. Mi autoestima en el colegio era extramademente baja y eso empezó a enviar mensajes muy negativos de mí mismo, a mi cerebro. Me sentía acomplejado y poco agraciado.

En el año 2003, ingreso a la universidad a estudiar administración de empresas en una universidad de gran tradición en la ciudad. Para esa época, mi papá estaba empezando a tener muchos problemas financieros, porque sostenía a toda la familia (4 hijos, donde 3 estaban en la universidad y 1 en el colegio) y a mi mamá. Mi etapa universitaria transcurre con normalidad, sin embargo a nivel económico y emocional, mi familia empieza a vivir grandes tropiezos.

Hisilicon K3
Octubre 23 de 2013 – Previo a la demolición

Mientras estudiaba en la universidad de noche, en el día trabajaba en el negocio de mi papá. Durante 7 años estuve trabajando con el en un local comercial en el centro de Barranquilla, ayudándolo a vender mercancía, hacer inventario, llevar la contabilidad, administrar el negocio etc., fueron muchos los aprendizajes que allí tuve. Al finalizar la universidad, mi meta era salir a buscar un empleo para capitalizarme y luego montar un negocio como independiente. En el tiempo que trabaje con mi papá, el siempre me inculcó que trabajara para construir algo propio y no depender de otra persona y yo estaba de acuerdo. Pero la realidad fue otra, luego de graduarme como administrador de empresas, no tuve mucha “suerte” en mi búsqueda y en dos años no encontré un trabajo para mi. Me decía a mí mismo: “¿Dios, pero que pasa? ¿Acaso no soy lo suficientemente bueno como para aplicar a un empleo?”. En ese momento no lo entendía, pero Dios me estaba preparando para algo más grande.

Entonces, decido iniciar como emprendedor y empiezo a vender videojuegos 😀 Recuerdo muy bien que en esa época identifique una gran oportunidad de negocio vendiendo juegos para computador. ¡Aprendí a descargarlos y empecé a venderlos! Me fue tan bien que la caja en donde los guardaba, le decía “la caja de los millones” 🙂 Porque sin mentirte, gracias a esa caja, logre ahorrar para pagarme yo solo mi especialización ¡en la misma universidad! Pagarme mi posgrado en mercadeo fue un gran objetivo cumplido y me di cuenta que con trabajo y dedicación era posible alcanzar cualquier meta trazada.

Sin embargo, sentía que ese no era mi lugar y que necesitaba salir de allí, tomar un nuevo rumbo para mi vida. Es cuando decido hacer cosas nuevas, con resultados no muy alentadores para mi bolsillo. En dos oportunidades, decido diversificar mis ingresos e invierto mis ahorros en un par de negocios, los cuales solo me dejaron muchos aprendizajes pero un saldo en rojo en mis cuentas. Emprendedor que se respete, en algún momento de su historia, ha perdido dinero. En ese entonces, fue un golpe bastante fuerte para mí, porque mis recursos eran muy limitados y cualquier pérdida que tuviese, me limitaba aún más.

Hisilicon K3
Octubre 25 de 2013 – Fecha de la demolición

Luego, en ese mismo año, mi papá quiebra su negocio y todo empieza a empeorar. A el solo lo he visto llorando 2 veces, esa tarde que lo vi llorar, me sentí muy preocupado por su salud y nuestro futuro. Como me gusta ser agente de solución y NO parte de un problema, de manera mensual, empecé a darle a mi papá, parte de mis ganancias para apoyarlo a pagar sus deudas, no era mucho pero el vivía agradecido conmigo. Sabía que estaba quebrado y que debía buscar soluciones, es allí cuando decido apoyar a mi mamá en la venta de sus almuerzos. No me pagaba, pero era consciente de que debía hacer cosas nuevas para encontrar nuevas oportunidades.

En ese entonces viví momentos duros en mi vida, me tocaba hacer domicilios en pleno medio día de Barranquilla (a pie), aguantar insultos de gente inconforme con sus almuerzos, porque la gente cuando tiene hambre ¡SE TRANSFORMA! Para ese entonces, enfermo del colon y me adelgazo mucho. Estaba pasando por el peor momento de mi vida. Mi presente a nivel económico, salud y emocional no era el más deseable, pero sabía que allí mi historia no terminaba y que iba a salir adelante con la ayuda de Dios y de mi determinación.

Es por ello que decido buscar a Dios y empiezo un proceso de cambio en mi vida. Hago una declaración de fe y de manera determinada empiezo un nuevo proyecto personal para formarme y capacitarme de manera autodidacta, como consultor en marketing digital. ¡Arranque desde cero! Y para diversificar mis entradas, durante 10 meses, estuve vendiendo hamburguesas con un amigo todos los fines de semana. O sea, estaba totalmente DETERMINADO a que mi presente y futuro fueran distintos a lo que estaba viviendo. Fue allí donde me di cuenta que las dificultades no miden el valor de un ser humano, sino que empiezan a moldear tu carácter para prepararte a lo que se viene.

oficina
Aspecto inicial de mi primera oficina.

Durante los últimos 4 años me he mantenido trabajando de manera disciplinada, enfocado en obtener mis sueños e ideales. ¿Ha sido fácil? No lo ha sido. ¿He llorado en este proceso? MUCHO. ¿Me ha tocado renunciar a paseos, vacaciones y viajes? SI. ¿Trabajo más horas que un empleado? SI. ¿Han sido muchas horas de sacrificio? SI

Si tienes en tu corazón, un gran sueño, una gran meta, un objetivo GRANDE que deseas cumplir, te felicito. Todos tenemos derecho a soñar. Pero al momento que decidas ir tras ellos, recuerda que debes tener claro, antes de empezar lo que debes sacrificar e identificar aquellas cosas a las que debes renunciar para salir victorioso. Porque la puerta del emprendimiento que conduce hacia el éxito y la realización personal, es ANGOSTO y pasar por ella, te generará dolor e incomodidad, sin embargo, cuando logres tu meta, dirás al final: “No importa lo que he llorado, lo que he sufrido, a lo que he renunciado, lo importante es que lo logré y ha valido la pena.”

Mi historia, aún no está terminada. Falta mucho por escribir, pero me siento feliz porque estoy dando pasos de fe hacia algo que Dios ha sembrado en mi corazón. Cada paso que doy, lleva su respaldo, porque soy su hijo y porque estoy determinado a lograrlo, cueste lo que me cueste. Tu y yo hemos nacido más que para pagar la renta de un apartamento o para entregar nuestro sueldo para pagar servicios e impuestos. Tu y yo hemos nacido para grandes cosas, tan solo debes CREÉRTELO y empezar a actuar de manera imperfecta. ¡Empieza donde estás! ¡No pierdas más tiempo! ¡Basta ya de seguir postergando tus sueños! ¡Ese momento perfecto para tomar acción nunca llegará! ¡Es hoy cuando debes empezar de manera determinada a luchar por tus sueños porque nadie lo hará por ti!

¡Te animo a que lo hagas y seas constante! Puedes tener muchos talentos pero eso sin acción y sin disciplina es igual a nada. Hoy, te invito a que no desistas, te invito a que forjes tu carácter y tomes cada dificultad como la mejor oportunidad para aprender a solucionar y ser un mejor ser humano.

¡VE Y LUCHA POR TUS SUEÑOS! ¡TU HISTORIA APENAS EMPIEZA!

Hisilicon K3

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John Sarmiento González

Marketing Consultor
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