En algunas oportunidades de mi vida me he preguntado, y ¿qué tipo de pensamientos son los que se le cruzan a Jesús por la cabeza? Teniendo en cuenta su historia de vida y el método de salvación que El propone, no nos permitir pensar que sean pensamientos negativos, llenos de duda o pesimismo. Todo lo contrario, la mente de Cristo es totalmente POSITIVA.
Es inquietante observar como muchas personas cristianas viven tan llenas de dudas acerca de su futuro o tan llenos de negativismo, debido a las dificultades que se les cruza por el camino. Todos aquellos que creemos en Cristo Jesús y en su plan de Salvación, no podemos darle cabida a la duda y al pesimismo. Estamos en el deber de desarrollar y en lo posible adquirir los mismos pensamientos que tuvo Jesús, mientras estuvo con los doce apóstoles, compartiendo con ellos toda su sabiduría y entendimiento acerca de las Sagradas Escrituras. Jesús fue un Hombre que llegó a revolucionar y a cambiar mentalidades ignorantes, que solo seguían un sistema impuesto por reyes. Esta revolución liderada por Jesús, marco una trascendencia importante en la forma de ver y pensar de aquellos quienes lo llegaron a conocer de cerca. Su metodología fue sencilla, hablaba con autoridad, amor y sin vacilación, y de esta forma se ganó los corazones de muchas personas porque no solo era atrayente lo que escuchaban de El, sino que sus actos eran totalmente reveladores para todo ojo que observaba sus milagros.
Decirte que tener los mismos pensamientos de Jesús es fácil, sería mentirte. Nuestra mente tiende siempre a inclinarse hacía la maldad y lo placentero para la carne, haciendo que aceptar la propuesta de Salvación sea un paso muy difícil de aceptar. Sin embargo, NO es imposible tener los mismos pensamientos de Jesús porque tu mente y la mía es la misma que tiene Cristo, tan solo debemos alimentarla con lo verdaderamente nutritivo.
“Porque, ¿quién conoció el pensamiento del Señor para poder enseñarlo? Pero nosotros POSEEMOS el pensamiento de Cristo.” 1 Corintios 2,16
Es por ello que no puedes sentirte menos que otra persona porque eres creación divina hecha carne por Dios Padre. En ti está depositada una misión única a realizar en este planeta llamado Tierra, y tu tarea como hijo de Dios, es descubrir el propósito por el cual fuiste creado. Naciste con dones y habilidades únicas que te permiten ser diferente en donde te desenvuelvas y a la vez lograr complementarte con las personas que te rodean. Por ello, es muy importante que una vez descubras tu propósito, abras tu corazón a Jesús para que aceptes de manera sincera y obediente la VOLUNTAD de Dios en tu vida y así cumplir con las tareas designadas bajo la orientación del Espíritu Santo.
“Infundiré mi Espíritu en vosotros y haré que viváis según mis preceptos, observando y guardando mis leyes.” Ezequiel 36,27
Como hijos de Dios, luchemos la buena batalla que surge siempre en nuestra mente para salir vencedores de las tentaciones y los malos pensamientos. Recordemos que toda guerra que ha existido y existe en el mundo, han iniciado con pensamientos llenos de odio y resentimiento por el otro; no permitamos que estos pensamientos sean lo que abunden en nuestra mente, porque solo tendremos acciones malintencionadas con nuestro prójimo. Una frase que me encanta y que apoya mucho este tema, la encontramos en el libro “El campo de batalla de la mente” escrita por Joyce Meyer donde menciona lo siguiente:
“La mente es el campo de batalla, el lugar donde se pierde o se gana la batalla. Escoge hoy ser positivo – echando por tierra toda idea negativa – y trayendo tus pensamientos a la obediencia de Jesucristo.” Joyce Meyer
Desarrolla habilidades y actitudes que te mantengan positivo, sé agradecido y aprende a tomar riesgos; no hay nada peor que darte por vencido ante el primer problema que llegue. Lo que vale la pena, nunca será fácil pero cuando tienes claro que es lo que quieres y hacia donde vas, siempre vencerá la perseverancia y pasión de tu corazón; permanece conectado con tu PORQUÉ y eso te hará realizar cosas EXTRAORDINARIAS.
“Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta.” Santiago 1, 6-8
Te invito a que hoy escojas la vida y no la muerte, escoge ser positivo y no negativo, escoge ser alegre y no aburrido, disfruta de tus dones y ponlos al servicio de tu hermano, porque en eso consisten los sacrificios que alegran a Dios Padre y que enmarcan la ruta directa a cumplir con su voluntad. ¡Echa fuera todo miedo y sé VALIENTE! ¡Naciste para grandes cosas! ¡Conecta tus decisiones con la voluntad de Dios y de ahí en adelante prepárate para recibir la bendición!
Escoge pensar como Cristo, porque no hay nada más bonito que esperar confiadamente en EL y observar como tus pasos de fe, van construyendo un camino sólido para tu felicidad y la de muchos que decidan acompañarte hacia la plenitud real y verdadera…
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John Sarmiento González
Marketing Consultor
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