Finalizando el año 2008, llega a mis oídos una propuesta muy interesante de un negocio el cual podría cambiarme la vida y del lugar donde me encontraba. Recuerdo muy bien que fue un gran amigo quien me presentó esta oportunidad por medio de su nueva socia, el cual ya se encontraba realizando con éxito, este negocio. Para mi fue emocionante saberlo, porque desde varios meses me encontraba ahorrando con el deseo de querer invertir en un nuevo negocio y así diversificar mis ingresos de aquel momento.
Inicie con mucha expectativa y energía este nuevo emprendimiento como si se tratara del mejor negocio de mi vida, sin embargo en la medida que fueron pasando las semanas y los meses sin ver resultados tan buenos como los que esperaba, empecé a desanimarme muchísimo. Veía que otros si les estaba funcionando este innovador sistema de negocio, pero las cosas para mí no estaban funcionando igual. El negocio del cuál les estoy hablando, es TRAVEL ONE. Un multinivel que tenía su fundador en México y que ya se encontraba funcionando en muchos países de latinoamérica. Este tipo de mercadeo en red, lo que busca para la compañía es que los inversionistas, se conviertan en la mejor publicidad del servicio/producto que estas redes promuevan, con el fin de ahorrarse costos fijos en infraestrucutra y publicidad; es una manera muy inteligente de hacer marketing. Sin embargo, debo admitir que ese negocio para mí no funcionó, y perdí todo mi dinero invertido. En tan solo 3 meses me di cuenta que los ahorros de 2 años que había guardado con tanto esfuerzo, se iban a la borda. Esta experiencia me causó mucho dolor, pero sembró en mi grandes enseñanzas. De ahí en adelante, me di a la tarea de analizar con cabeza fría toda mi situación y a conocerme mejor.
En ese mismo año conocí a alguien que cambió mi manera de pensar en 180 grados. Bueno, al decirles que lo conocí es mentirles, porque nunca lo he visto personalmente, solo en fotografías, pero a pesar de eso, vivo eternamente agradecido con el, porque llegó en el preciso instante que lo necesitaba. Su nombre es John C. Maxwell, un reconocido experto norteamericano en liderazgo a nivel internacional, orador y autor que ha vendido más de 16 millones de libros. Prácticamente ha dedicado su vida entera a capacitar a nuevos líderes para cambiar su mentalidad y vivir empoderados en pro de alcanzar sus sueños y metas. El para mí representa una gran bendición de Dios. El primer libro que compré de el (por supuesto original), se llamó “El talento nunca es suficiente”. En resumen, este libro nos habla de la importancia de nuestra actitud y mentalidad para obtener éxito en cualquier tarea que emprendamos, independientemente de los dones, aptitudes o talentos que tengamos; para John Maxwell, una persona talentosa sin disciplina, no garantiza que llegue a su objetivo final. Se requiere de muchas cosas más que un gran talento.
En la medida que iba recuperándome de ese golpe tan duro que sufrí por el deseo de querer invertir rápidamente sin medir consecuencia alguna, fui leyendo de manera profunda cada capítulo que el allí compartía. Nade como pez en el agua en ese mar de letras, dándome cuenta que realmente me gustaba leer mucho sin saberlo. Es más, me consideraba un mal lector, ya que no leía libros completos, solo resumenes, pero este libro tenía algo distinto y me sentía muy identificado con cada palabra que allí había. Durante el primer semestre del 2009, empecé a estudiar el libro; apuntaba todas las frases que más me llamaban la atención y las iba guardando en mi mente y corazón; ahí me di cuenta que no todos nacimos con los mismos talentos, y que mi energía y esfuerzos se debían enfocar en las aptitudes y gustos que tenía como ser humano y no dejarme llevar por toda oportunidad de negocio que llegara; conocerme a mi mismo, identificando fortalezas y debilidades fue el primer paso que dí hacia las cosas nuevas que le esperaban a mi vida.
Revisando los apuntes de mi agenda, encuentro una en el capítulo 7 “La Perseverancia sostiene tu talento”, el cuál dice:
Hay que encontrar el beneficio personal que viene con cualquier prueba, y reconocer que lo mejor de la adversidad es llegar al otro lado. Hay que buscarle lo positivo a los obstáculos, verlos como aquello que nos fortalecerá y no como el causante de nuestro declive. John Maxwell.
Dentro de este libro existen distintas frases y aprendizajes, sin embargo considero que las palabras PERSEVERANCIA y RESILIENCIA son determinantes hacia la materialización de los sueños. Y lo que dice mi tocayo John Maxwell tiene mucho sentido, puedes ser el futbolista más talentoso del mundo, pero si no te entrenas a diario, no te alimentas bien, no duermes las horas necesarias, no haces ejercicio, y no te mantienes con la mejor disciplina y actitud, nunca será suficiente saber patear bien un balón de fútbol. Existen muchos factores externos que pueden opacar el talento y que se pueden convertir en el peor enemigo del éxito. Por eso es muy importante conocer en profundidad cuales son los talentos que tenemos para explotarlos al máximo viviendo de manera integral como persona. Conocerse a sí mismo es complejo y puede tomar tiempo, sin embargo es una muy buena inversión que permitirá observar con paz y claridad, el mejor sendero hacia el logro de los objetivos.
Una de las enseñanzas que más me marcó en este libro es la siguiente: Las fortalezas y las debilidades de un ser humano son como las monedas de oro y bronce, en este caso las monedas de oro representan las fortalezas y las monedas de bronce las debilidades. Supongamos que dentro de un ranking de 1 a 10, se define que el brillo natural de una moneda de bronce (debilidades) es de 3 y el brillo natural de una moneda de oro (fortalezas) es de 7. Pero en ese preciso instante llega alguien quien realiza la siguiente pregunta: “¿Y si pules cada moneda para que tengan más brillo? ¡Esto hará que se vean más atractivas al mercado!” El protagonista de esta historia se detiene a analizar cada palabra de esta pregunta y dice para sus adentros: ¡Sí, hagámoslo! Y ahí mismo, el empieza a pulir sus monedas. Primero toma la moneda de bronce (el cuál representa sus debilidades), pero se da cuenta que por más esfuerzo y tiempo que le dedique, solo alcanza a aumentar su nivel de brillo en 1, llegando a 4. Luego toma su moneda de oro y le dedica el mismo tiempo y esfuerzo que la moneda anterior. Al finalizar se da cuenta que la moneda de oro aumentó su brillo a un nivel 9. ¡Dos niveles por encima de su brillo natural y muy cerca de la excelencia!
¿A qué va John Maxwell con esta historia? A que por más tiempo y recursos que se invierta en trabajar en las debilidades, ellas difícilmente alcanzarán los niveles de brillo que puedan tener las fortalezas. Debes lograr identificar cuales son las fortalezas de tu personalidad, y trabajar en ellas, tomando decisiones que te lleven a potencializar tus dones hacia un estilo de vida que nunca parará de dar frutos. De ahí en adelante te fijarás de lo importante que fue detenerte, analizar y reflexionar acerca de tí mismo. Cualquiera que sea el error que hayas cometido en el pasado, procura solo enfocarte en los aprendizajes y no en el error para no volverlos a cometer. Solo así sabrás cual es el camino que debes tomar para equivocarte menos y cumplir con ese propósito divino, para el cuál has sido creado.
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John Sarmiento González
Marketing Consultor
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